Una tasación hipotecaria es un informe que establece el valor real de un inmueble que será garantía para un préstamo hipotecario.
Una tasación hipotecaria es un informe que establece el valor real de un inmueble que será garantía para un préstamo hipotecario.
Una tasación con finalidad hipotecaria es un documento imprescindible a la hora de solicitar una hipoteca, ya que garantiza a las entidades bancarias que el valor inmueble es suficiente para poder recuperar el dinero prestado en caso de impago. Asimismo, es un escrito que es útil para negociar el precio de una vivienda y para conocer el desembolso necesario para obtener un crédito hipotecario.
Si bien es obligación de los bancos realizar la tasación hipotecaria antes de emprender un procedimiento hipotecario, el cliente puede aportar una tasación diferente al ser esta certificada por un tasador homologado.
El Banco de España regula la tasación hipotecaria a través de la norma ECO/805/2003, que establece las condiciones a cumplir para que la tasación hipotecaria esté homologada, es decir, válida:
A la hora de calcular una tasación de una casa con finalidad hipotecaria, es necesario examinar unas variables relativas al inmueble, como su ubicación, su disponibilidad de servicios cercanos, su colocación dentro del edificio, su tipología, su superficie, la distribución de los espacios, los materiales de construcción y los acabados, su antigüedad, el estado de conservación.
Los documentos necesarios para la realización de una tasación varían en función del tipo de bien inmueble a tasar (vivienda, locales comerciales, inmueble en construcción, terrenos rústicos, edificios…):
Tras la visita al inmueble de la empresa de tasación, este debe de emitir informe de tasación en los 60 días siguientes. La vigencia de una tasación hipotecaria es de 6 meses a la fecha de la firma del informe. Trascurrido este periodo se deberá a proceder a realizar una nueva tasación.